Los tiempos cambian, anteriormente un cliente se sentía satisfecho con un pliego de papel lleno de números y medidas para especificar diferentes aspectos de su proyecto, muchas veces ese cliente aunque deseaba ser propietario se sentía un poco perdido al no hablar el mismo lenguaje que sus vendedores, tiempo después el cliente tenía a su disposición una básica imagen 3d que mostraba los principales espacios o elementos de su futura adquisición, pero deseaba más. Quería conocer a profundidad los materiales, como la iluminación afectaba su proyecto y de qué forma su vehículo aparcaría al lado de su jardín, de ahí viene la evolución en la visualización arquitectónica donde el cliente puede ver imágenes estáticas o videos muy realistas de su futuro proyecto.
Pero… El cliente quiere más. Ya no se conforma con los videos o imágenes quiere el mismo caminar dentro de su propiedad ensayar diferentes materiales en el mesón de la cocina, ver los espacios con y sin mobiliario ensayar la iluminación y observar la fachada de su vivienda al atardecer, y todo esto de la forma más sencilla posible, este ejemplo lo he enfocado a visualización arquitectónica pero es extrapolable a casi cualquier área del 3d, principalmente a la visualización industrial y de producto.